Los 3 Hechos Del Amor Y Sentimientos
Los 3 Hechos del Amor y Sentimientos
"El Amor en Pareja es el Estado Relevante de Los Sentimientos"
Laab Akaakad
Para quienes estén interesado en la sabiduría milenaria
de los sentimientos y lo arcano del amor
TOMADO DEL LIBRO DEL AUTOR
"La Familia Celestial"
Laab Akaakad
Es Aquí Donde se Consolidan los Sentimientos
Cuando El Amor Es Real
EL AMOR CONYUGAL
El original de todos es el Amor Matrimonial, lo muestro principal ya que es el más fácil de entender, puesto que la mayoría de la gente lo ha podido conocer en el seno de sus familias, y por el cual todos venimos de ese inicial fase del amor entre dos. La Amistad Conyugal del que quiero tratar es aquel que se presenta en pareja, que deciden vivir juntos, trabajando cada día para crear una familia de su descendencia y disfrutar con los frutos de la misma.
Se basa esencialmente en dos sentimientos: el cariño y el compromiso; se despliega desde uno de los dos y con el tiempo ser conquistado por los dos. Imagina una pareja que se tienen mucho apego por haber tenido amistad desde su infancia, luego en la adolescencia consolidan sus afectos y ya formados desde varios ángulos deciden convivir juntos con la idea de casarse en un futuro.
El cariño les produce este primer tipo de amor y posteriormente resuelven comprometerse el uno con el otro. También es posible encontrar el caso contrario: un matrimonio convenido en el que los padres de dos familias casan a sus hijos, por el motivo que sea, uniendo a dos con pretensiones que en el tiempo se consoliden. Todavía hoy existen este tipo de matrimonios que se fundan en la creencia de que el tiempo en que convivan juntos los cónyuges les llevará a desarrollar el cariño que necesitan para conseguir el Amor Conyugal tal como se conoce en esta aislada circunstancia donde dos tienen o puedan compenetrarse.
Está muy claro que esta forma de obligaciones es arriesgada, puesto que al no conocerse entre ellos pueden desarrollar el sentimiento contrario al cariño y verse obligados a continuar con un matrimonio vacío únicamente por complacer a sus respectivas familias. Retornando al amor conyugal, hay que aclarar que este tipo de amor es el que requiere esfuerzo al igual que un cultivo, de una plantación de fresas, del que con el tiempo tras la siembra, y en el caso de haberse mantenido fiel y constante en el labrado, se pueden llegar a cosechar momentos felices y una gran satisfacción que para muchos es la plenitud, el resultado del trabajo perfecto que les haría terminar con éxito su corrida en esta coexistencia.
Además del amor que resulta en el matrimonio y no me refiero exclusivamente al matrimonio católico sino a aquel en el cual existe la aceptación por parte de am
bos del convenio. También es el mismo amor que se puede tener hacia la propia familia, a los amigos y a los hijos. El amor conyugal es el que, según el significado ordinario, concierne a la pareja debido al compromiso con que se sitúa actualmente a la familia. Así, esta forma de amor es la que contempla el cariño y se la puede comparar a otros análogos ya establecidos como el amor filial o el amor fraternal, que no dejan de ser el mismo tipo de amor pero que no se rigen necesariamente por el pacto. Es decir, el Amor Matrimonial es la misma forma que el amor por los conexos, solo que necesita de un compromiso de mutua aceptación entre los consortes.
bos del convenio. También es el mismo amor que se puede tener hacia la propia familia, a los amigos y a los hijos. El amor conyugal es el que, según el significado ordinario, concierne a la pareja debido al compromiso con que se sitúa actualmente a la familia. Así, esta forma de amor es la que contempla el cariño y se la puede comparar a otros análogos ya establecidos como el amor filial o el amor fraternal, que no dejan de ser el mismo tipo de amor pero que no se rigen necesariamente por el pacto. Es decir, el Amor Matrimonial es la misma forma que el amor por los conexos, solo que necesita de un compromiso de mutua aceptación entre los consortes.
Cabe recalcar que el Amor Conyugal y el de los respectivos coexisten, siendo uno solo, y pueden repartirse por igual a más de una persona ya sea la pareja, los hijos, los amigos... cuanto más se trabajan, tanto se recibe. Así que en el terreno emocional es uno de los amores más gratificantes. Definitivamente el amor matrimonial es compromiso. Amar en unión es comprometerse, y no solamente exponer el compromiso. Y por lo tanto, perder una mediana libertad.
La independencia queda recortada en el amor humano, pues amar es elegir, y con ello se renuncian a otras posibilidades. Pero no solo en la fidelidad mutua. También en el estilo de vida que se ciñe. Se acoplan dos en un mutuo consentimiento que los unifica, y por lo tanto la vida pasa a tener otro sentido, algo diferente. Se pierde libertad individual, pero se gana algo para lo cual ha sido hecha la libertad, que es el amor. Si no hay amor, no tiene sentido perder la libertad. Pero si hay amor, ese es el sentido de la libertad, porque libertad no es hacer lo que cada uno quiera independientemente. Sin embargo no es una obligación expuesta a exterminar las autonomías, pues cada ente tiene su propia personalidad y no deben existir restricciones, ni coacciones como si cada uno en la pareja le parece que tiene derechos y acciones como una propiedad inmobiliaria.
El compromiso de fidelidad es una especie de obligación que se contrae con el futuro de otra persona, estableciéndose un acuerdo que es promesa y reserva de su vida afectiva. No hay amor conyugal si no existe tal compromiso voluntario. En consecuencia, la fidelidad exige la libertad del otro por amor. Pero también exige el sacrificio de un grado de independencia personal, para amoldarse al otro, lo cual muchas personas no están en condiciones de demostrar en la realidad. El compromiso tiene esta vertiente indispensable para el proyecto. Muchos hombres quieren eludir el compromiso de la fidelidad, y de eso se quejan muchas mujeres. Y muchas mujeres quieren eludir el compromiso que implica haber elegido a un determinado hombre y no a otro, con todas las consecuencias en su estilo de vida.
Muchas mujeres quieren casarse para ponerle un rostro a un proyecto de familia que tienen. Pero eso no es comprometerse con la felicidad del otro, lo cual implica cortar con la individualidad y pensar de a dos. El amor conyugal es un espacio donde se puede volcar toda la libertad y la creatividad para hacer feliz al otro. Pero afuera del amor conyugal, no habrá libertad, ni para otro amor, ni para individualismos. El individualismo es también una infidelidad, dado que traiciona al amor conyugal, con la diferencia que el tercero es sí mismo.
LO CARNAL ES SÓLO DESEO, NO ES AMOR
Un impulso hormonal muy intenso les hace desearse en todo momento y les exige poseerse el uno al otro. Así lo relatarían en las novelas rosa, las que habitualmente sirven para deleitar a aquellas lectoras que buscan de forma inconsciente más pasión en sus vidas aunque sea únicamente durante el tiempo en el que transcurre el relato. Suena a que utiliza un tópico para referirme a las novelas rosa, debo aclarar que sólo me guío por la misma sociedad, que ha orientado este tipo de literatura a las mujeres. Imagino que también habrá hombres que las leerán pero con seguridad, y en porcentajes, estas atañen ampliamente al público femenino.
En conclusión es el amor de color rojo , el que tiene tacto de sabanas de seda y es majestuoso y cautivador como los encajes. En comparación con el Amor Conyugal podría decirse que el enamoramiento que se desarrolla en un Amor Carnal más vistoso, ya que la pasión se aprecia notablemente; en contra del anterior este tipo de amor es más casual y más fortuito puesto que es aquel al que suelen llamar no solo a primera vista, sino es el que convierte a los amantes en furtivos apasionados de un sentir que nunca llegará a ningún lado, y menos si se establece entre parejas comprometidas o casadas ordinariamente.
En la gran mayoría de los casos el deseo aparece en uno de los dos mientras que el otro no es consciente de ello, o si lo es puede decidir el corresponderlo o no. Muchos menos son los casos de amor a primera vista en los que sencillamente es la casualidad la que desempeña su papel, haciendo que las dos personas se deseen a la vez desde el primer momento y ambos sean además conscientes de que se atraen. Así pues, deberíamos tildar al Amor Carnal como de instinto sexual, que atrapa inconscientemente, imantando como el insecto hacia la luz desde el mismo momento en que conoce al objeto de deseo. Es doblegarse ante el placer y fundirse como el metal al calor de la forja. Al final deja de ser amor sincero, para convertirse en absoluta concupiscencia; conllevando al más profundo vacío y desprecio por sí mismos.
Recomendación en estos casos: “No hay, ni habrá ciegos en la vida, sino los que a sí mismos tapan sus ojos, creyendo que no son vistos, o solo es algo pasajero”. Es allí cuando la conducta humana prevalece por debajo del honor, la pudicia, la lealtad, y la fidelidad.
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La última de las representaciones singulares que adopta el amor es a mi discernimiento la más bella de las tres, el Amor Platónico, por el cual también estamos muy influenciados desde mucho antes de la adolescencia puesto que no requiere conocer el deseo sexual. Es el más puro, el más poético e idealista, como todo el mundo sabe consiste en la adoración incondicional de un objeto de deseo que por cualquier razón, por abstracta o absurda que esta sea, nos convierte en idólatras y a su vez nos conmueve con un inmenso placer espiritual que nos descubre intensas facetas de nuestra disposición emocional llevando nuestro entusiasmo hasta los límites.
Es Aquí Donde Nace la Fuente del Amor, El Paso Trascendental que da Los grandes Cambios en la Personalidad
Al igual que sucede con el Amor Carnal, una vez desarrollado el enamoramiento este es fácilmente reconocible porque también nos imanta y nos hace corregir nuestra condición en el mismo momento en el que topamos con la persona de la cual estamos platónicamente flechados. Probablemente la palabra enamorado es la que más sentido tiene en esta forma de amor, puesto que solemos referir las personas enamoradas a aquellas que pierden el apetito por culpa de alguien y de las que se aprecia inequívocamente que viven alternando gozo y melancolía de manera constante.
El Amor Platónico es una experiencia fantástica, no se base en la belleza física; nos guía a través de todos los sentimientos que podamos albergar y los potencia a su máximo exponente la necesidad de ver ese objeto amado. Se siente júbilo, melancolía, miedo, emoción, desilusión... en concluyente balance, con el Amor Platónico se vive una experiencia espiritual convincente. Y es el que disfrutan los idealistas, los grandes compositores, los poetas, escritores y triunfadores en la vida.
“De manera que es tremendamente espiritual vivir eternamente enamorado en esa forma que produce la retórica platónica, Que vivir sin emociones, ni sustancia, sin perder la verdad de la realidad que nos impulsa a tener cordura en la circuns- tancias. Vivir enamorado es un combustible que nos hace funcionar, bien sea de lo que vivamos platónicamente ena morados. Comencemos a conquistarnos, porque el puente a la vida comienza del querer bueno que viene de Dios”
2 Corintios 8:11 2 Corintios 8:10-12
Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que así como estuvisteis prontos a querer, también lo estéis a cumplir conforme a lo que tengáis,
Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que así como estuvisteis prontos a querer, también lo estéis a cumplir conforme a lo que tengáis,
Filipenses 2:13 Filipenses 2:12-14
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Laab Akaakad
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